Alya Malfoy siempre ha sabido cuál es su deber: honrar el linaje, obedecer las reglas y despreciar a los traidores a la sangre. Pero cuanto más observa el mundo con sus propios ojos, más grietas encuentra en las enseñanzas de su familia. En Hogwarts, su lealtad comienza a tambalearse, y su mayor lucha no será contra las sombras de su apellido, sino contra su propio corazón. Porque amar a Harry Potter no solo es una traición... es un punto sin retorno. ¿Hasta dónde está dispuesta a desafiar su destino? Publicado el 13/02/2025 #10 en imposible 5/04/2025 #9 en imposible 7/04/2025 #8 en imposible 8/04/2025 #6 en imposible 10/04/2025 🎗️ #5 en imposible 25/04/ 2025 #1 en Harry 13/08/2025 Portada creada por mi :)

𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐈𝐈 - 𝐓𝐑𝐈𝐋𝐎𝐆𝐈́𝐀 𝐓𝐏𝐏 La dieron por muerta, hubo firma, ataúd sellado y bandera. El mundo despidió a su mejor soldado. El IGDF la honró, las cámaras la convirtieron en mártir. Pasaron dos años y el infierno no tuvo fin. Matteo Caruso Montgomery perdió más que a una combatiente: perdió a la única mujer que lo incendió por dentro. Desde entonces, vive como plaga: peleas clandestinas, misiones a sangre fría, camas vacías, alcohol sin fondo, violencia por deporte. No besa. No posee. No perdona. Rompe y sigue. Hasta que la tumba se queda sin fantasma. Amy regresa: más fría, más precisa, más letal. Belleza infernal, labios partidos, mirada que corta. Pistola en la cintura, plan en la lengua y hambre de guerra. No vuelve para salvar a nadie. Vuelve para prenderlo fuego, lento y sin tregua. La ciudad se convierte en tablero: agencias, tribunales corruptos, pirámides criminales, contratos de silencio. Todo arde. Él gobierna con hierro; ella entra con mando. Entre ambos, una frontera hecha de órdenes, cuerdas, mordidas, marcas y control. En el cuartel, disciplina. En la cama, guerra. En la calle, poder. Ninguno cede. Ninguno pide permiso. El deseo es ley y la ley es una tentación que cobra caro. Cuando la muerte falla, el pecado termina la tarea. El deseo prohibido no se negocia; se paga con sangre, marcas y lealtad. Solo queda una pregunta: ¿quién sostiene el gatillo cuando los límites se cruzan y la misión exige elegir entre la victoria o el uno del otro? «No nací para ser salvada; nací para encender lo que otros apagan.» - 𝐀. 𝐒. 𝐂. «No busques permiso; arde conmigo y asume el costo.» - 𝐌. 𝐂. 𝐌.