Ese verano no pasó nada. No hubo besos, ni promesas, ni finales de película. Solo hubo miradas. Un chico de ojos verdes. Una piscina bajo el sol. Y una historia que nunca empezó, pero que jamás voy a olvidar. No sé su nombre. Ni su edad. Solo sé que por unos días, fue todo lo que mi corazón quiso.

Emma Riven siempre fue la chica silenciosa que nadie notaba, la que se escondía detrás de sonrisas prestadas y palabras que no decía. En su mundo, la soledad no era una elección, era un refugio. Emma aprendió a guardar el dolor en su piel... y a callar cuando más necesitaba gritar. Pero todo cambió el día en que conoció a Jake Bennett , el nuevo del colegio. En medio del caos, Emma encontró en él una voz que no la juzgaba, una presencia que no pedía nada, solo se quedaba. Este es el viaje de una chica que decide no rendirse. Una historia de silencios rotos, cicatrices visibles y otras que nadie ve. De cartas que salvan, abrazos que laten más fuerte que el miedo, y señales que llegan justo cuando todo parece perdido. Porque a veces, el amor no se trata de un "para siempre", sino de un "estoy aquí", cuando más lo necesitas.