TkR_CBkoko
- Reads 420
- Votes 88
- Parts 14
Dicen que el destino no tiene forma, que es apenas un hilo invisible que se tensa con cada decisión, con cada paso, con cada herida. Pero ellos sabían que el destino tenía garras. Que olía a tierra, a piel, a lumbre. Que hablaba en susurros antiguos y aullaba en las noches sin luna.
Nacieron marcados. No por la sangre, sino por el instinto.
Y aunque muchos olvidaron lo que eran, sus cuerpos recordaban.
Alfas rotos por la pérdida. Omegas que aprendieron a morder.
Bestias encerradas en jaulas de poder, deseo y silencio.
Manadas separadas por traiciones, mentiras y guerras.
Pero algo se movía.
En lo profundo del bosque, en los sueños que ardían, en los recuerdos que no eran de esta vida.
El lobo blanco había vuelto a aparecer.
No era un mito. No era un presagio. Era una promesa.
Y con él, regresaban los ecos de otra era.
Donde el amor no salvaba, pero tampoco moría.
Donde la manada, aunque rota, aún podía reconocerse.
Uno por uno, todos serían llamados.
Por la sangre. Por la marca. Por ese susurro en el pecho que no los dejaba dormir.
Cuando el primer disparo rompa el aire, no será el fin.
Será el recuerdo.
Será el reflejo de lo que fueron...
Y la elección de lo que están destinados a ser.