candeelarodriguez
Se conocieron cuando el mundo todavía era sencillo, cuando la mayor preocupación era quién ganaba en las escondidas o si la tarde alcanzaba para soñar despiertos. Entre risas, promesas inocentes y silencios que decían más que mil palabras, nació un lazo que ninguno supo nombrar.
El tiempo, cruel e inevitable, los separó. Años de distancia, de caminos distintos, de silencios que parecían eternos. Pero el destino, caprichoso, siempre guarda una segunda oportunidad.
Cuando vuelven a encontrarse ya no son los mismos niños, pero sus miradas siguen conociéndose con una intensidad imposible de ignorar. Lo que empezó como un recuerdo se transforma en una historia que pide ser escrita de nuevo... esta vez, con la certeza de que el amor que se sembró en la infancia nunca dejó de crecer.
Nota:esto es una historia real por asi decirlo.