Bianca sirve helados con la misma sonrisa que tiene su padre cuando la detrás de un mostrador, nula. Lorcan está en el top uno de jugadores más jóvenes y sexys que pueden haber en el Buffalos Detroit. El aún la recuerda desde que era una pequeña niña con dos trenzas que colgaban de su largo cabello rubio, una bufanda de algún equipo desconocido para él y una mueca de disgusto. Ella en cambio tiene recuerdos diferentes, el con el ego que todas las mujeres pedían y los hombres intentando buscarlo por algún lado. Pero no todo es helados de frutas y discos voladores. Ashford quiere demostrar ser el mejor de la liga pero no puede concentrarse cuando ella está cerca. Hackermann no deja que nadie le haga recordar quién es ni donde debería estar. Que empiece el tercer tiempo y según revistas amarillentas, es el más letal.

Malakay sirve para romper el hielo, Evans solo tiene en mente como pasar por al lado de las personas sin tirarles las cajas encima. En la pista de hielo Malakay es una leyenda del hielo: El mayor de los Ashford, el provocador de sonrisas sarcásticas y suspiros de devoción entre las mujeres. Evans está cansada de los jugadores de algún deporte de élite, sus indomables rizos ha logrado inmensos desastres con los clientes de la pizzería de sus tíos haciendo que todos se vayan con buena imagen: Ella tirada en el suelo con una sonrisa tímida. Pero a Evans nada la preparó para chocar -literalmente- con un jugador de Hockey con su gran equipo, su sonrisa dominante y sus hermosos ojos pero con cero respeto por las reglas de entrega. Lo que empieza por una discusión se convierte en provocaciones, visitas inesperadas y algo que ambos odian hasta que el hielo se derrite haciendo el fuego arder.

La vida era fácil para la barista Milán Hackers, trabajar por las mañanas en la cafetería de sus padres mientras ellos viajaban por el mundo buscando sabores exóticos para sus cafés dejando de lado a su hija con su mellizo quien no solo compartían sangre y cerebro sino un desamor por el hockey sobre hielo pero no por las razones que Justin pensaba. Justin los odiaba simplemente por no ser lo bastante bueno para entrar en el equipo de los superestrellas como la familia Lincon quienes eran los jugadores estrellas en toda Florida dejándolo como un imbécil esperando los reflectores, en cambio, Milán le daba igual todo lo que tuviera que ver con el hockey luego de convivir una vida completa con su hermano que no dejaba de quejarse. Llegando a la persona que más odiaba Justin, Maverinck Ashford uno de sus "grandes enemigos" luego de que este, sin saberlo siquiera, le arrancaba el sueño perdido que no hacía más que crecer su ira en desmedida pero que pasara cuando su hermana quede envuelta en una revuelta mediática por lanzarle el café en la cara al famosísimo Geronimo y este en vez de enojarse la besa. Justin lo detesta, Milan no tolera a los supernovas por las burlas que sufría en su escuela por el grupo de Lincon y Maverick Ashford estaba locamente enamorado de la hermana de su amigo de toda la vida o enemigo aún no lo tenía claro para saberlo.