"No vine a salvar a nadie. Pero contigo... me dan ganas de quedarme." "¿Y si esta vez no huyes... y te quedas?" ¿Y si sanar no fuera lineal? ¿Y si amar no doliera? ¿Y si, por una vez, alguien te viera sin intentar cambiarte? Laia nunca se ha sentido parte de nada. Su mundo está hecho de silencios, de ruidos que duelen, de miradas que juzgan y de palabras que no siempre puede decir. Es neurodivergente, con sensibilidad auditiva, y eso la hace distinta. Invisible. Cansada. Ha aprendido a pasar desapercibida, a caminar en un mundo que nunca supo cómo acogerla. Leo también es distinto. Tiene TDAH, un pasado que le pesa demasiado y heridas que no se ven. Perdió a la única persona que le quedaba, y desde entonces sonríe para no romperse. Se burla del mundo antes de que el mundo lo ataque. En él, el caos vive por dentro, aunque todos solo vean su luz. Cuando sus caminos se cruzan en la Universidad Kamel, no es amor a primera vista. Ni segunda. Es torpeza, distancia, incomodidad... y poco a poco, complicidad. Ella lo evita. Él la busca. Dos personas heridas, tan diferentes como complementarias, comienzan a construir algo inesperado. Algo que empieza con miradas, sigue con libros compartidos... y termina desbordando todo lo que creían saber sobre el amor, la amistad y el dolor. Más allá de las palabras es una historia sobre dos personas rotas que no se arreglan, pero se acompañan. Es un relato honesto sobre el dolor, el duelo, la ansiedad y el deseo de encontrar un lugar en el mundo. Es también una historia de amistad, de pequeños gestos que se vuelven gigantes. De un grupo de amigos tan imperfecto como real. De vínculos que sanan más que cualquier terapia. No hay promesas de felicidad eterna. Hay verdad. Hay ternura. Hay fuego lento. Porque a veces, lo más valiente no es gritar lo que sientes... ...sino quedarte, incluso cuando el ruido de tu mente lo quiere todo en silencio.