Hace cuatro veranos, Vera se marchó sin mirar atrás. No hubo despedidas, solo una carta olvidada y un silencio que creció con el tiempo. Ahora, con veintiún años y el corazón lleno de recuerdos que duelen, vuelve a Puerto Azul para vender la casa de su abuela. Su plan es simple: entrar, vaciar, irse. Pero el mar no olvida, y él tampoco. Leo, el chico que una vez fue todos sus veranos, sigue allí. Más distante. Más herido. Más real. Entre faros apagados, playas escondidas y fiestas bajo las estrellas, Vera tendrá que enfrentar el pasado que dejó a medias. Y descubrir que hay historias que no se pueden enterrar... porque algunas despedidas solo sirven para volver a empezar.

Frío. Implacable. Intocable. Alexander Lancaster es el hombre más poderoso del mundo empresarial. Con un solo movimiento, puede hacer temblar mercados y destruir imperios. No deja que nadie se acerque demasiado, porque en su mundo, el cariño es una debilidad y la lealtad tiene precio. Su vida es calculada, perfecta y libre de distracciones. Hasta que Hannah Evans cruza su puerta. Ella es caos en su orden. Luz en su oscuridad. Un problema que no necesita... pero del que no puede alejarse. Y cuando Alexander desea algo, lo consigue. Sin importar el precio. Soñadora. Valiente. Impredecible. Hannah Evans solo necesita un trabajo. Algo que le permita seguir adelante y cuidar de su hermana. No esperaba terminar frente al hombre más intimidante y despiadado que jamás ha conocido. Alexander Lancaster no es solo su jefe, es un enigma. Un hombre que parece de hielo, pero que arde cuando la mira. Ella no tiene miedo de desafiarlo. Él no está dispuesto a dejarla ganar. Lo que no imagina es que, cuanto más intenta mantenerse alejada, más atrapada queda en su mundo. Porque cuando Alexander Lancaster se obsesiona con algo... no lo deja ir. ⸻ ¿Podrá Hannah conquistar al magnate sin perderse a sí misma? ¿O terminará consumida por el fuego de su obsesión?