maxence_vwv
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Ante sus ojos podía ver cómo el sudor de su frente escurría y entraba, ardiendo de una manera horrible, su mandíbula dolía como si hubiera caminado los mil infiernos en carne propia. Y podía jurar que su espalda se encontraba toda llena de sangre y que quedarían horribles cicatrices, luego de horas estar recibiendo latigazos por varios guerreros del clan.
Sus oídos zumbaban y de manera lejana podía escuchar el llanto de su Omega. Frunció más el ceño por los leves mareos que llevaba sufriendo por estar más de seis horas bajo el sol. Sus músculos se encontraban rígidos, por estar en la posición de hincado sobre las piedras, en donde solo se limitaba a morder su labio inferior para no emitir ningún quejido de cansancio y dolor.
En esos momentos es donde se pone a reflexionar; si este era el castigo por aceptar ser el padre del hijo que esperaba su Omega, lo volvería aceptar. Solo sabe que volvería entregarle el amor que pide su omega en todas las vidas que pueda vivir.
Los personajes no me pertenecen, son totalmente de Kohei Horikoshi.
-Judith Danet