Detrás de las paredes de aquel reconocido instituto, donde se alardeba que era el mejor lugar para guiar a los jóvenes por el camino correcto, el camino de Dios y nada más, detrás de esas viejas paredes de piedra antigua, se escondían secretos. Secretos que ni siquiera la misma directora sabía con exactitud, desde un chico que salía la mayoría de las noches a escondidas de todos, hasta uno que se complacía sexualmente con la imagen de su enemigo, sintiéndose así, un odiado por Dios. Y aunque ambos estaban ahí para complacer a sus padres, sus caminos no eran tan diferentes, Hyunjin quería ser cantante, Felix un modelo reconocido, pero sobre todo, quería una sola cosa por encima de todas: -¡Fuck me Emo Boy!