Amara siempre ha vivido tras muros invisibles: distante, reservada, incapaz de dejar que alguien se acerque de verdad. Nunca había amado. Nunca había querido hacerlo. El mundo le parecía demasiado frío como para confiarle su corazón a alguien. Hasta que conoció a Emma. Emma es fuego y ternura, una tormenta emocional con una sonrisa que derrite hasta el alma más helada. Carga sus propias heridas, pero aún cree en el amor como quien cree en la magia. Entre silencios, miradas rotas y palabras que tardan en salir, ambas se descubren: una aprende a amar por primera vez, la otra a esperar sin rendirse. Pero las heridas del pasado no sanan solas... y amar, a veces, también duele.