Cuando Vasilisa Kaganovskaia pierde a su compañero de patinaje, lo último que espera es que Maxim Nekrasov, el chico silencioso, con gafas, amante de los libros y el hielo, aparezca desde Odintsovo decidido a ocupar ese lugar. Y claro que lo conocía. Un patinador con técnica impecable, veloz, ágil, fuerte. Él la ha observado desde lejos durante años. Ella nunca se dio cuenta de cuánto podía afectarla su mirada. Entre giros, caídas y entrenamientos en medio del invierno moscovita, crece un deseo que ninguno de los dos quiere nombrar. Lo que comienza como una alianza forzada se transforma en una tensión que amenaza con romperlos... o unirlos más allá del hielo.

La historia de un romance, lento y lleno de silencios que lo dicen todo. Vasilisa solía brillar, en el aula de clases, en la cancha de voleibol, en los pasillos donde su risa era capaz de arrastrar miradas y latidos. Pero todo cambio cuando la traición de su novio salió a la luz, convirtiéndola en el blanco de rumores, miradas lastimosas... y un vacío que nadie parecía notar. Nadie. Excepto el. Maxim Nekrasov ha vivido siempre en segundo plano. Callado, observador, paciente. Su presencia no destaca, pero sus ojos lo ven todo... sobre todo a ella. A Vasilisa. Su compañera, su obsesión silenciosa, su secreto más guardado. Siempre la deseo desde lejos, sin esperar nada a cambio. Pero cuando ve cómo el brillo se apaga en sus ojos verdes, decide que ya no puede quedarse al margen. Aunque ella no sepa que él ya la amaba antes de que su mundo se derrumbara. Aunque reconstruirla implique romperse a sí mismo.

Cuando el hielo se quiebra, solo queda fuego... No debería mirarlo con otros ojos. No debería desearla de esa forma. No deberían anhelarse. Enamorarse de el no estaba dentro de sus planes. No era profesional. Maxim y Vasilisa han patinado juntos durante siete meses, deslizándose en perfecta sincronía sobre el hielo, como si sus cuerpos se conocieran mejor que sus propias almas. Han aprendido a leerse en silencio, a confiar ciegamente el uno en el otro, a sostenerse sin necesidad de palabras, en tan solo siete meses. Pero bajo esa armonía impecable, arde un amor que ninguno se atreve a confesar. Principalmente Maxim. Quien la ha amado en silencio, desde que la vio patinando por primera vez. Aunque en aquel entonces se trataba de una simple admiración de patinador a patinador. Todo cambia la noche en que interpretan El maestro y Margarita. Y lo que habían contenido tanto tiempo... finalmente se desborda. ADVERTENCIA: nada de lo narrado aquí, es real. todo es ficticio. si eres menor de edad retírate, y si de todas formas lo leerás, por favor procede con precaución. Que prohibida cualquier traducción que no haya sido autorizada por mi.

¿Qué pasa cuando una mano ajena te ayuda a salir del pozo en el que alguien más te empujó? Fanfic inspirado en la pareja de baile sobre hielo de Vasilisa K. y Maxim N. Nada de lo escrito aquí tiene que ver con la realidad, a menos que existan pruebas de lo contrario, las cuales no poseo.