Seong Gi-hun, un joven detective con futuro prometedor, lleva una carrera impecable resolviendo casos importantes. Pero todo cambia cuando su jefa decide ponerlo a prueba con un caso fuera de lo común: debe interrogar a Hwang In-ho, alias Frontman, el cerebro detrás de un macabro juego donde personas desesperadas competían por dinero... sin saber que sus vidas estaban en juego. In-ho está encerrado, esperando juicio, tranquilo y enigmático como si el mundo exterior ya no importa. Pero su mente es un laberinto oscuro del que Gi-hun debe extraer respuestas. Lo que no esperaba era sentirse atraído por aquel hombre frío, controlador y perversamente inteligente. Lo que comienza como un interrogatorio se transforma en una lucha de poder emocional. In-ho juega con su mente, seduciéndolo sin tocarlo, desnudándolo con palabras. Gi-hun, contra todo instinto, empieza a caer. Pero In-ho no está dispuesto a compartir: su obsesión por Gi-hun se intensifica, y todo aquel que se acerca demasiado, muere. Cuando In-ho asesina a otro recluso frente a todos, su sentencia queda sellada: la silla eléctrica lo espera. Pero Gi-hun, ya atrapado emocionalmente, jura ayudarle a escapar. Planean todo con precisión... hasta que, en el último momento, un giro irrumpe como un disparo: nada de eso es real.

El dolor no siempre se nota. A veces se esconde en una manta doblada, en una habitación demasiado silenciosa o en una sonrisa que dura un segundo más de lo necesario. Gi-hun era un omega tranquilo, dedicado a los niños que cuidaba como si fueran propios. Nadie preguntaba por su pasado, y él no ofrecía respuestas. Pero su aroma dulce tenía un matiz apagado, como si algo dentro de él no terminara de sanar. Hasta que llegó una niña alfa. Y con ella, su padre. Un alfa distinto. De esos que huelen a poder, a control... pero también a algo que Gi-hun no esperaba volver a sentir: calor. Ese encuentro no lo cambió todo. Pero sí encendió una chispa. Y eso... fue suficiente para que algo empezara a despertar.

Gi-hun se siente solo,su pareja parece ignorarlo.Pero, ¿y si llega alguien mas?

Seong Gi-hun, o más bien el más grande error de su familia, ha sido vendido y devuelto toda su vida por "ni siquiera servir como Omega", llevándolo a sentirse un defecto de la sociedad. Gi-hun se pensó inservible, hasta aquel día, dónde él llegó. AU OMEGAVERSE‼️ Gi-hun: Omega recesivo. In-ho: Alfa puro. Probablemente no actualización seguida. (Actualización no seguida decía 🤣)

El día del ritual había llegado, pero Gi-hun no estaba contento y mucho menos al descubrir que su destinado era Hwang In-ho. Omegaverse In-hun Au. Estudiantes

Un humano curioso y amante de lo paranormal. Un demonio que odia con todo su ser a los humanos. Un ritual fallido. Entre el infierno y el mundo humano, ¿Qué podría pasar? (Hola, me llamo Mimi y es mi segundo fanfic y espero que sea de su agrado y que me apoyen en votar y en seguirme.💗)

Gi-hun cree vivir una vida sencilla al lado de Sang-woo, su mejor amigo de la infancia y actual pareja. Pero todo cambia cuando una noche, sin explicación alguna, es secuestrado y entregado como "pago" a la organización criminal más temida de Corea del Sur: La Rosa Negra. Detrás del frío operativo está Hwang In-ho, el enigmático líder de la mafia, un hombre que nunca ha deseado nada... hasta conocer a Gi-hun. Mientras Gi-hun lucha por entender por qué ha sido arrebatado de su vida, se convierte en el centro de un juego de poder, deseo y traición. Sang-woo, acorralado por las deudas y la culpa, hará lo imposible por recuperar a Gi-hun. Pero ya es tarde. In-ho no está dispuesto a soltar lo que ahora considera suyo. En un mundo donde el amor se mezcla con el crimen, y la lealtad con la mentira, Gi-hun deberá decidir si confiar en quien lo vendió... o en quien lo arrebató. #2 en Inhun 10/08/25

De el creador de : Sin escapatoria Llego : Besos que arden Gi-hun esperaba que el amor de su vida fuera san-woo Pero al parecer, su corazón le pertenecía a In-ho alguien que no perdería tiempo y se llevaría consigo a Gi-hun en pleno día de su boda. Gi-hun sumiso In-ho activo Contiene faltas de ortografía pero no tantas como la otra historia