VGpaula
Nunca lo vi venir. Ni el desastre, ni la redención. Ni sus ojos azules clavándose en mí como cuchillas, ni esa forma arrogante de caminar como si el mundo le perteneciera. No sabía quién era Satoru Gojo la primera vez que lo vi a través de la pantalla de mi sitio de streaming para adultos, envuelto en humo caro, con un vaso de whisky en una mano y el ego más grande del lugar en la otra. No sabía que aquel hombre, con su torso de media muerte y mirada de cielo herido, iba a convertirse en la tormenta que partiría mi vida en dos.
Él llegó cuando yo aún olía a culpa, nadaba en ella, cuando mis manos todavía sabían lo que era desnudarse frente a una cámara para pagar las deudas que dejó la quimioterapia de mi madre, para sobrevivir, para no caer. Yo era una sombra disfrazada de estudiante de medicina, arrastrando un pasado que nadie quería mirar, menos yo. Y él... él era el heredero del imperio Gojo, el tipo que tenía demasiado poder, demasiadas mujeres, y cero razones para fijarse en una como yo.
Pero lo hizo.
Y fue como si el mundo se incendiara.
Satoru no preguntó por qué yo tenía cicatrices en lugar de sueños. No quiso saber cuántos hombres me habían visto desnuda sin tocarme. Él solo me miró como si yo fuera su obsesión, su debilidad, su maldito castigo. No me ofreció una salvación, me dio una guerra. Contra su familia, contra su apellido, contra todo lo que él mismo había sido hasta encontrarme. Me amó con una furia que dolía. Me defendió con una violencia que quemaba.
Y yo, que había aprendido a huir de todo lo bueno, me quedé.
No porque lo necesitara.
Sino porque con él, por primera vez, quise pelear.
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Reconozco y declaro que todos los derechos de autor sobre los personajes de Jujutsu Kaisen pertenecen en exclusiva a Gege Akutami y a Shueisha. Con el fin de respetar su propiedad intelectual.
Sin embargo la historia es de mi autoria y prohíbo todo tipo plagio o adaptación.