Beyond Memory es la segunda parte de The Babysitter. Después de perder la memoria, Haylee no recuerda a Daniela ni nada de su vida, aunque algo dentro de ella le dice que esa conexión aún existe. Daniela, por su parte, trata de navegar entre el dolor de lo perdido y el deseo de recuperar lo que alguna vez compartieron. El pasado, aunque olvidado, sigue persiguiéndolas. ¿Que tan alto es el precio por recordar?.

Secuela de you bleed just to know you're alive 🫦

Una chica de 19 años, atrapada en su mente rota, lucha contra sus propios demonios mientras su familia toma una decisión drástica: contratar a alguien para vigilarla. Dany llega sin saber en qué se está metiendo. Entre voces, adicciones y una realidad distorsionada, ambas descubrirán que algunas heridas nunca sanan... y otras pueden arrastrarlas al abismo.

Una noche bastó para cambiarlo todo. Julia no sabía quién era Daniela Villarreal, solo sabía que esa mirada le removía algo profundo. Tres años después, con un hijo en brazos y el mundo desmoronándose, el pasado vuelve como una herida abierta. Ahora, el secreto que ha guardado tanto tiempo ya no puede quedarse callado.

Iris y Dany llevan compartiendo habitación desde que tenían diez años. Lo que comenzó como una convivencia tranquila en el internado más prestigioso de la ciudad, se convirtió rápidamente en una guerra declarada. Rivalidades musicales, bromas pesadas, peleas físicas y una férrea competencia han marcado los años en los que han crecido juntas... y enfrentadas. Ahora, con catorce años, todos en el internado saben que se odian. Y ellas también lo creen. Pero bajo cada insulto y empujón, hay algo más. Algo que ninguna de las dos quiere mirar de frente. Porque cuando Iris lanza una broma hiriente, a veces solo está buscando atención. Y cuando Dany la empuja, es porque no sabe cómo procesar que se le acelere el corazón cuando Iris la toca. Entre clases, ensayos de la banda, discusiones, venganzas ridículas, regalos escondidos en cajas de doble fondo y una tensión que ninguna quiere nombrar, ambas se van descubriendo de a poco. Lo que parecía solo odio se convierte en un juego peligroso donde lo que más duele no son los insultos... sino los silencios. Porque nadie puede molestarlas, excepto ellas mismas.