Finnian ha pasado medio siglo oculto del mundo en una cabaña perdida en las Montañas Rocosas de Canadá. Su única compañía: el viento que recorre los árboles y el eco de un amor que murió tiempo atrás. Separado de su manada y de la humanidad, ha aprendido a sobrevivir sin lazos, sin contacto, sin más distracción que el ciclo de las estaciones. Pero todo cambia cuando Charlotte, una ejecutiva de ciudad, aparece inesperadamente en su refugio, atrapada en el barro y envuelta en la desesperación de una ruptura amorosa. Lo que comienza como una inconveniencia para el hombre lobo pronto se convierte en un vínculo inesperado. Atrapada en su cabaña por un tobillo lesionado, Charlotte se enfrenta a la rudeza de Finnian, a su mirada salvaje y a la tensión que vibra entre ellos. Lo que debía ser una estancia corta se transforma en un romance prohibido, dos mundos chocando en la intimidad de la montaña. Pero Finnian sabe que nada dura para siempre, y cuando Charlotte se recupera, le deja claro que deben dejarlo atrás. Sin embargo, ¿se puede realmente desterrar el deseo? ¿O acabará Finnian enfrentándose a aquello de lo que ha huido durante tanto tiempo?

Olga Vallehermoso tiene un don (o una obsesión, según a quién le preguntes): cada persona que conoce tiene un sabor único, un alimento que define su esencia. Y cuando la química se desata, ese alimento forma parte del menú... literalmente. Enamorada hasta los huesos de su mejor amigo -alias Nutella, por razones obvias-, Olga intenta sacárselo de la cabeza de la manera más eficaz que se le ocurre: dejándose llevar por nuevas experiencias, con nuevos sabores y sin mirar atrás. Pero olvidar a alguien que siempre está a tu lado resulta más difícil que resistirse a un croissant recién horneado. Entre encuentros inesperados, deslices románticos y un menú culinario delicioso, Olga descubrirá que el amor y la amistad tienen ingredientes secretos... y que el postre siempre llega cuando menos lo esperas.