El mundo es lindo, hasta que te arrebatan tus alas y te reprimen en un espejo. El planeta XY era un planeta de destrucción pura, hasta que se enviaron los mecabots, quienes tuvieron que destruir este mismo infierno. Ante eso una madre y su niño tuvieron la oportunidad de escapar, pero al coste de perder a su padre y esposo, quien se quedó en la guerra para defender lo que conocía como hogar, de forma obligatoria. La madre simplemente no supo que hacer, y años después con una nueva esperanza de vida en su vientre simplemente desechó a su mismísimo hijo y lo encadenó en un espejo maldito durante años. O al menos de esta forma transcurrió la historia para Ícaro, aquel niño del planeta XY, quien después de que por fin el espejo se quebrara pudo obtener su libertad. Y luego está Sirio, aquel niño que realmente es un cruce de un habitante de XY y de uno de la Tierra. "Pese a todo; por desgracia para ti y para mí, estamos ligamos por la sangre que nos une"