Habían pasado algunas semanas desde la última vez que había visto a Wolff, no era el más feliz por eso, diría incluso que estaba molesto, pero supuso que fue bueno disfrutar de las cosas cuando pudo. O eso creía hasta que el director de Mercedes aparece en su puerta a altas horas de la noche. ¿Debería perdonar la cero comunicación por parte del austriaco? Pareja principal: Wolffner (Christian Horner x Toto Wolff) Advertencia ⚠️ Lenguaje explícito y escenas sexuales explícitas.

En la bulliciosa y vibrante ciudad de Nueva York, Torger Wolff, un afamado fotógrafo de naturaleza y vida salvaje, es elogiado por sus cautivadoras imágenes de los rincones más remotos del mundo. A simple vista, es un hombre encantador, carismático y exitoso, que parece tener el mundo a sus pies. Sin embargo, su sonrisa enmascara un secreto oscuro: Toto no solo es manipulador y cruel en sus relaciones, sino que ha asesinado para proteger su reputación y su poder. Cuando el joven estudiante de periodismo Christian Horner, un prometedor alumno en intercambio desde Londres, llega a la universidad donde Toto enseña fotografía, queda cautivado por la maestría y el magnetismo del fotógrafo. Sin saberlo, Christian se convierte en la nueva obsesión de Toto. El carismático maestro, siempre capaz de encandilar a quienes lo rodean, decide seducir al joven con su encanto e inteligencia, mientras oculta su verdadero rostro: un asesino frío y calculador. Christian, atraído por el éxito y la aparente sofisticación de Toto, se adentra en una relación que rápidamente se vuelve peligrosa. A medida que el joven empieza a ver pequeñas grietas en la máscara de perfección de su profesor, comienza a preguntarse si está en peligro. Pero para entonces, Toto ya lo tiene atrapado en un juego mortal de seducción, poder y control. ¿Podrá Christian escapar antes de que Toto revele su verdadera naturaleza, o será seducido por las sombras de un hombre dispuesto a todo, incluso a matar, para mantener el control?

Cuando ambos se alejaron y cada uno volvía a su lugar, nadie se dio cuenta, pero de repente uno de los coches del garage de Red Bull salió. Era como si se manejara solo o sin control; fue tan rápido que contarlo con tanto detalle es difícil. Pero de repente, Christian escuchó cómo le gritaban que se moviera. Se quedó paralizado y cuando intentó moverse, el coche llegó. O Christian tiene un accidente y dice cosas bajo el efecto de la anestesia.

"Somos dos almas danzando al borde de la tentación, cautivados por lo prohibido mientras luchamos con el anhelo de lo que no podemos tener." A Christian le costó mucho procesar el hecho de que estaba anhelando a alguien... alguien que no es la persona con la que se supone decidió compartir su vida, fue intenso, fue tan pasional que Christian no lo soportó y se hundió en ese anhelo y en esa tentación.

Christian había decidido cambiar de ciudad siguiendo un empleo que soñaba, el cual estaba en una de las empresas más reconocidas en su bello Inglaterra, solo que nunca pensó reencontrarse con un antiguo amor del pasado, sobre todo cuando este parecía tener a cierta persona especial a su lado. Christian Horner nunca esperó ver de nuevo a Toto, mucho menos cargando a un niño en brazos; en ese momento las emociones volvieron creando un caos dentro de sí mismo, solo que todo lo que pensaba terminó de confirmarse cuando escuchó esa pequeña voz hablar. - Papi, ¿podemos ir por un helado? - Y es que probablemente fue la primera palabra lo que terminó por desatar los sentimientos que creyó inexistentes, recondando como en el pasado él hubiera esperado escuchar lo mismo.

Christian Horner, un estudiante ejemplar en toda la palabra, nunca faltaba a sus clases y se graduó con honores de la preparatoria, siempre tan organizado y ordenado, nada de eso tendría que cambiar al ingresar en la universidad. ¿Verdad? Que ingenuo fue al creer que todo saldría como lo había planeado, cursaba apenas su tercer año de universidad cuando lo conoció a él, ese docente tan arrogante, que desde el primer día pudo intuir que no se llevarían bien. Sin embargo, hubo algo en él que captó por completo su atención, haciéndole ver que no sería otro docente más. - Señor Horner, ¿en qué diablos piensa que esta tan distraído? si no le interesa lo que digo puede retirarse de mi clase. - ¿Cómo sería capaz de explicarle que él era la razón de que sus pensamientos estuvieran dispersos? Además, había podido observar que tal vez no le era tan indiferente al profesor, dado que, en ciertos momentos, sus miradas se buscaban hasta encontrarse creando una especie de conexión. La tensión únicamente aumentaba y solo podría terminar de una forma.

Christian era una persona que no se dejaba llevar por sus sentimientos, no después de todo lo que vivió. Torger era un simple hombre que buscaba a quien amar y que lo amaran. Mientras el tiempo pasaba ambos hombres se centraban en la fórmula uno, sin querer percatarse de lo que comenzaba a crecer entre ellos, parecía que todo podía cambiar de un momento a otro, tal vez ambos podrían romper sus barreras y terminar de unir las piezas que estaban rotas. Además, ¿No dicen que del odio al amor hay un solo paso? Sobre todo, si todo llega a su punto culminante con un: - Cambia tu maldito auto.