¿Quién dijo que los hombres uniformados eran solo para películas de acción? En el Club 141, la misión es otra: Hacerte suspirar, gritar y...quizás enamorarte un poco. Cuando una oficinista común y corriente, con un trabajo gris y que transcurre de manera automática termina, por insistencia de sus amigas, en el club nocturno mas exclusivo de la ciudad, no imagina que ese lugar lleno de luces bajas, coreografías y torsos de infarto, le cambiaria la vida. Y mucho menos que terminaría cautivada por el bailarín mas enigmático: "Ghost". Un hombre misterioso, silencioso, enmascarado. Y completamente fuera de tu alcance...¿O tal vez no? Pero entre billetes que vuelan, espectáculos imposibles de ignorar y el sonido de la música, Ghost debería decidir si seguir oculto detrás de su mascara...o mostrarse por primera vez ante alguien que no busca solo su cuerpo bien trabajado que desfila sobre un escenario, sino al hombre real.

-No, por favor... no quiero ir- suplico con desesperación. -¡Shhh! Cállate y coopera- gruñe y siento el calor de su aliento en mi oreja. El miedo se apodera mis sentidos, la angustia destroza mi poca cordura y solo quiero escapar. -¡Mamá, ayúdame!- Mi grito no la conmueve y voltea el rostro como si yo no fuera su hija, abrazando a mi hermano menor. Este era mi fin... Aunque me remuevo desesperada y muerdo la mano del hombre que me sujeta, no logro inmutarlo. Mi espalda choca con su pecho a medida que me arrastra fuera de la casa. Y mi infierno comienza.