Hay historias que el Reino Demoníaco prefiere olvidar. Esta es una de ellas. Un joven de sangre impura. Una traición que lo marcó para siempre. Y un ascenso bañado en sombras, sudor y sangre. Antes de que su nombre causara terror, antes de que los susurros lo llamaran asesino, Dimitri solo buscaba un lugar en el mundo... Y lo encontró. Por un momento, fue feliz. Por un momento, creyó que todo valía la pena. Hasta que se lo arrebataron todo. Y así nació la leyenda... o la maldición.