ohchanwoon
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No era que Rin fuera frágil (desde que entró al equipo, había madurado y ya no salía volando cuando lo golpeaban en el campo) ni delicado (si acaso, seguía siendo un poco tosco, demasiado destructivo para su propio bien, como los omegas de la tele o los libros, ni mucho menos), pero eso no cambió la opinión de Sae. No se trataba de Rin en sí, sino de uno de sus hábitos, y de su olor.
Se suponía que no sabías cómo presentarías hasta la adolescencia, salvo algunos jóvenes que maduraban temprano, como Sae, quien, aún en la cúspide de la infancia, tuvo que encerrarse en su habitación durante una semana cuando los dolores de su primera etapa en la rutina empezaron a roerle las entrañas, incluso si pudiera haber señales. Si estas señales eran reales o simplemente una amalgama de clichés, Sae no lo sabía realmente; le daba igual, siempre y cuando no afectara su capacidad (y la de ellos) para jugar al fútbol.
Sae está segura de que Rin es un Omega. Es bastante obvio cuando lo piensas.