Su piel pálida, su cabello blanco y sus ojos claros revelan algo prohibido: ser albina. En una tierra donde los nacidos como ella son sacrificados al llegar al mundo, Deva no debería estar viva. Pero los secretos son frágiles y no pueden ocultarse para siempre. Obligada a salir de la oscuridad que la protegió toda su vida debe luchar por su derecho a vivir y proteger a sus seres queridos, mientras se enfrenta a un mundo que la rechaza y quiere verla muerta. Entrenada para defenderse, para matar, y portadora de un temido don, se ve obligada a convertirse en lo que su reino siempre temió. ¿Qué pasa cuando la línea entre lo bueno y lo malo se difumina tanto que lo correcto parece tan incorrecto? Cuando lo único posible es caminar sobre esa línea gris... y sobrevivir.

Nuria vuelve al pueblo después de terminar la carrera, sin tener del todo claro cuál será su próximo paso. Solo necesita parar, tomar aire. Pero a veces, volver al lugar donde creciste no es una pausa: es el principio de algo que no sabías que seguía abierto. Allí se reencuentra con Mario, su mejor amigo de la infancia, con quien todo quedó suspendido. Entre silencios, paseos y recuerdos compartidos, algo comienza a removerse. Algo que nunca se fue del todo. Y entre ambos, Elías. Un joven marcado por la pérdida, por una casa que respira, y por una culpa que no entiende de tiempo. Las huellas del olvido es una historia de retornos. De heridas que no duelen hasta que se tocan. De silencios que se estiran con los años. Una novela sobre tres formas de huir... y una sola forma de sanar: mirar atrás sin miedo.

En Tritheon, nadie elige su destino. Hasta que alguien lo desafíe. Cuatro jóvenes marcados por un sistema que no perdona, perseguidos por un secreto capaz de tambalear los cimientos del imperio. Mientras el dogma se agrieta y las mentiras sagradas salen a la luz, deberán elegir entre la verdad o la vida, entre el deber o el deseo, entre el amor... o la revolución. Porque en Tritheon, hasta los dioses pueden caer.

Nora Halász ha vivido muchas vidas. Lo sabe porque las recuerda todas. Cada ciudad, cada muerte. Y en todas, siempre estuvo él. Adrik Darvas. Aunque no siempre con ese nombre. Aunque nunca la haya recordado. Un pacto sellado siglos atrás los condenó a renacer una y otra vez. A encontrarse. A amarse. A perderse. Ahora Nora lo ha encontrado de nuevo. Pero si él recuerda quién es... si descubre lo que los une... todo terminará, como siempre. Porque hay verdades que no pueden tocarse. Y amores que nacen con la promesa de romperse.