Lunvriel
De las ciudades sólo quedan Cenizas. De la fe, apenas quedan restos de esperanza. Los humanos viven entre sombras y los dueños son los arrebatados. Todos deben morir, incluso aquellos que tienen esperanzas sobre los últimos cimientos.
En las Tierras de Hacedores no hay reinos ni leyes; sólo plegarias sostenidas por un credo que se impone a toda política. La fe es poder, y la fe es toda la guía que se necesita para detener la podredumbre.
"El peso de la memoria sobre la carne, impresa de desdichas y malestares. El peso de sus palabras contra la espada. Por la última palabra, esa que fue arrebatada".