¿Amor? Déjate de estupideces. ¿Familia? Está muerta, al menos para mí. ¿Paz? Desearás tenerla, porque juro que te acabaré. Mi nombre es Edeline Radetti, hoy es mi decimoséptimo cumpleaños y el día de mi coronación, soy la heredera del trono de Italia, un país al filo de la guerra y estoy sola en el mundo. No tengo mucho que perder así que ni lo intentes, no puedes vencerme. Esta obra esta protegida por las leyes de derechos de autor de México y registrada en SafeCreative. Esta prohibida la reproducción del titulo, la adaptación de la historia o la copia de fragmentos o nombres de los protagonistas. NO AL PLAGIO. No me obliguen a tomar acciones legales, y si lo hacen, perderán.

Una chica, su mejor amigo, y un viaje cambiaran el destino que se deparaba para la dimensión de los Eternos, y sin darse cuenta también n a la dimensión mortal. Decisiones que tendrán que tomar y secretos que descubrirán, y el problema de la joven no se basa solo en la guerra que posiblemente se avecina sino en que descubre tantas cosas de su verdadera vida y lo que ahora es, que su corazón se divide en dos en el chico de los ojos azules del cual se enamoró cuando creí­a que era humana, pero ahora ha descubierto su verdadera identidad, el ser híbrida su corazón también le pertenece al chico de cabellos negro y mechones rubios. " -En ese caso te apuesto diez dólares a que te quedará gustando mi beso- dijo y su aliento fresco recorrió mis labios. -Solo necesito dos dólares con veinticinco centavos- dije levantando una ceja. -No devaluaría tanto mi beso- dijo con un aire presuntuoso." Acá la trilogía comienza.

// PUBLICADA EN FÍSICO POR NOVA CASA EDITORIAL // Idiota. Cree que teniendo perfectos músculos, unos ojos miel envidiables, una altura que te hace quebrarte el cuello cuando lo quieres mirar a los ojos, cabello rizado, perfecta piel besa..., esperen..., me he perdido, ¿qué estaba diciendo? ¡Oh, sí! Ese idiota cree que teniendo todos esos perfectos dones puede usar a una mujer cómo quiera, pues yo no lo creo. Soy Annabella, pero, por favor, llámenme Ann si no quieren que los mate, y esta es la historia de cómo conocí al cretino desesperante que tengo como tutor... Peter Harrison.