d72740619
-No me mires así -murmuró, acercándose más. Podía sentir su respiración, demasiado fría para pertenecer a un cuerpo humano-. Yo no te dejé. Tú seguiste sin mí.
Sus dedos subieron desde mi muñeca hasta mi cuello, apenas rozando la piel. Un estremecimiento me recorrió entero, mitad pánico, mitad algo que no quería reconocer.
-Si supieras lo que tuve que hacer por ti... -su voz bajó hasta convertirse en un susurro íntimo, casi dulce-. Si supieras dónde he estado todo este tiempo.
Quise preguntarle, quise exigir respuestas, pero él me cortó colocando un dedo sobre mis labios.
-No digas nada, Amane. No ahora.