Tras perder a su madre y a su padrastro en un trágico accidente automovilístico, Hailey McCarthy se ve obligada a dejar Francia y comenzar de nuevo en Irlanda. A su lado solo tiene a su hermana menor, Aileen, y el refugio inesperado de Lizzie Young, su prima, su mejor amiga y la persona que se convierte en su hogar cuando todo lo demás se derrumba. Irlanda representa una segunda oportunidad. Un lugar donde Hailey intenta sanar las heridas que aún sangran, donde aprende a sobrevivir al dolor y a reconstruirse entre recuerdos rotos y silencios que pesan demasiado. Ella no busca el amor; de hecho, huye de él. Porque amar significa perder, y Hailey ya ha perdido demasiado. Sin embargo, incluso cuando el corazón se cierra, el destino insiste. Johnny Kavanagh, con su lealtad silenciosa y su forma de proteger sin prometer nada, y Patrick Feely, intenso, caótico y profundamente humano, comienzan a fijarse en ella. Dos caminos distintos. Dos formas de sentir. Dos corazones que ven en Hailey algo que ella aún no puede ver en sí misma. Dicen que después de la lluvia sale el sol... pero para Hailey McCarthy, puede que la tormenta aún no haya terminado.

NUNCA HABÍA NECESITADO A NADIE. No sabía lo que era necesitar a una persona hasta que lo conocí. Lo necesitaba. Me miraba como si hubiera algo dentro de mí que valiera la pena mirar. Lo odié por eso. ¿Por qué? Porque podía verme amándolo. Si tan solo las cosas hubieran sido diferentes.

En la calle, todos conocen el apellido Lynch. Algunos lo temen. Otros lo respetan. Pero nadie sabe realmente lo que pasa dentro de esa casa con olor a cerveza rancia y puertas rotas. Nadie, excepto los que viven allí. Aeryn Lynch es la mayor de los seis hermanos Lynch. No va a fiestas. No hace amigos. Pero si alguien pone un dedo encima de uno de sus hermanos, Aeryn aparece como un fantasma, y no deja testigos. Criada bajo el terror de un padre alcohólico y una madre silenciada por el miedo, ha pasado toda su vida peleando por mantener unida a su familia, aunque eso le cueste su alma. Aeryn a pasado toda su vida siendo el escudo de Joey, Shannon, Tadgh, Ollie y Sean. Ella no sueña, no ama, no se permite sentir. Solo sobrevive... hasta que aparece Johnny Kavanagh. Johnny es todo lo que ella no es: risueños, luminoso, amable. Viene de una casa estable, con padre que lo quieren y una vida donde se puede respirar. El no ha tenido que pelear para comer, pero algo en el la ve, la reconoce, y se niega a apartarse. Lo que comienza como una rivalidad silenciosa se transforma en un vínculo inquebrantable. Pero Johnny no Save que enamorarse de Aeryn Lynch es como jugar con fuego en una casa llena de gasolina. Y cuando la violencia de su hogar amenaza con arrastrar a todos los que ama, Aeryn tendrá que decidir si por fin huye... o si se queda y pelea hasta el final.

Tenía nueve años cuando papá decidió que debía convertirme en algo útil. No en una niña, no en una hermana, ni siquiera en una hija. Sino en una cara bonita. Un cuerpo que posar. Una muñeca que sonriera cuando le dijeran. Una modelo. Desde entonces, aprendí que la belleza es una prisión con luces brillantes. Que detrás del maquillaje hay piel enrojecida, tras los vestidos caros hay cicatrices, y que posar para una cámara puede doler más que una bofetada si lo haces por miedo, no por elección. Mi nombre es Clodagh Maeve Lynch. Tengo catorce años. Y desde hace cinco, vivo entre sesiones de fotos, castings, catálogos navideños y ropa que a veces me queda demasiado ajustada para una niña. Pero hace poco, todo empezó a cambiar. Fue en Tommen cuando conocí a Finn Kavanagh. Tenía dieciséis años, casi dos metros de ternura revuelta en risas fáciles, cabello rubio y unos ojos verdes que no sabían mirar con juicio, sino con curiosidad. Como si el mundo todavía pudiera ser bueno. Y por alguna razón, me hablaba como si yo fuera alguien. No la Clodagh del catálogo. No la chica de la cara bonita. Sino yo. Y eso me asustó más que cualquier golpe. Porque si él lograba ver a la verdadera Clodagh... ¿podría también ver todo lo que intento esconder? Y tal vez, solo tal vez... también haya algo parecido al amor para una chica rota. Esta no es una historia bonita. Pero es mía.

ᯐ𝙰𝚖𝚊𝚛𝚕𝚘 𝚏𝚞𝚎 𝚖𝚒 𝚜𝚎𝚌𝚛𝚎𝚝𝚘 𝚖𝚊́𝚜 𝚙𝚎𝚕𝚒𝚐𝚛𝚘𝚜𝚘. 𝙲𝚘𝚗𝚏𝚎𝚜𝚊𝚛𝚕𝚘, 𝚖𝚒 𝚞́𝚗𝚒𝚌𝚊 𝚜𝚊𝚕𝚟𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗 𝑱𝒐𝒉𝒏𝒏𝒚 𝑲𝒂𝒗𝒂𝒏𝒂𝒈𝒉 𝒙 𝑭𝒆𝒎! 𝑶𝒄

Ser la hermana de Johnny Kavanagh nunca fue fácil. No porque Johnny fuera un mal hermano -de hecho, ha sido todo lo contrario-, sino porque ser su hermana significaba llevar un apellido cargado de expectativas, lealtades, y una cantidad desmedida de ojos puestos sobre mí. En la cancha, en casa, en el colegio... incluso en lugares donde ni siquiera me conocían. Nos mudamos de Dublín a Cork cuando tenía 8 años. Mi abuela estaba enferma y mamá no podía con todo sola, así que empacamos la vida en cajas y empezamos desde cero. Yo no quería irme. Dejaba atrás a mis amigas, mis costumbres, mis rincones favoritos. Dejaba lo que conocía. Pero Johnny lo hizo ver como una aventura. Él siempre tenía esa forma de convencerme de que lo imposible podía ser soportable si lo hacíamos juntos. Y entonces conocí a sus amigos. Algunos eran agradables, otros solo tolerables... y luego estaba él. Gibsie. Gerard Gibson. La tormenta más silenciosa que jamás haya visto. Al principio, no fue más que una presencia ruidosa, siempre bromeando, riendo, metiéndose en problemas que no eran suyos. El tipo de chico que todos miraban con una mezcla de afecto y desesperación. El alma de la fiesta, el alivio cómico en un mar de testosterona y egos inflados. Pero lo que nadie te dice es que, a veces, el amor empieza justo ahí. En la risa que no esperabas. En la mirada que se cuela cuando crees que nadie está mirando. En los silencios incómodos que de pronto se sienten seguros. Me enamoré de el mejor amigo de johnny. De alguien que me veía cuando los demás solo me reconocían por apellido. Y ese fue el comienzo del problema. Porque no puedes enamorarte de un chico como Gibsie sin arriesgar algo. Tu paz. Tu cordura. Tu corazón. Y, en mi caso... posiblemente, mi relación con Johnny. Mi nombre es Aideen Kavanagh. Y esta es la historia de cómo me enamoré de quien no debía.

feels like┊ ❛ An angel with broken wings it is still an angel. ❜ 𝒊. 𝐶amden 𝐺ibson era un ángel cuyas alas fueron arrebatadas desde una temprana edad. Estaba rota de principio a fin, creyendo que su dolor no tenía reparación. Hasta que llegó el con aquella sonrisa cálida y ojos azules como el mar. ⊹ written by ©suncline. ⊹ portada hecha por © suncline.

𝒔𝒖𝒓𝒗𝒊𝒗𝒊𝒏𝒈 𝟭𝟯 𝑡ℎ𝑒 𝑠𝑡𝑜𝑟𝑦 𝑜𝑓 𝑐𝑙𝑒𝑜 𝑎𝑛𝑑 𝑗𝑜ℎ𝑛𝑛𝑦 𝖽𝗈𝗇𝖽𝖾 𝖼𝗅𝖾𝗈 𝖾𝗌𝗍𝖺́ 𝗌𝗎𝗆𝖾𝗋𝗀𝗂𝖽𝖺 𝖾𝗇 𝗎𝗇 𝗆𝗎𝗇𝖽𝗈 𝗈𝗌𝖼𝗎𝗋𝗈 𝖽𝖾𝗅 𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈 𝗊𝗎𝗂𝖾𝗋𝖾 𝗌𝖺𝗅𝗂𝗋. 𝗇𝗈 𝗁𝖺𝗌𝗍𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝗅𝗅𝖾𝗀𝖺 𝖾́𝗅, 𝖾𝗅 𝖼𝖺𝗉𝗂𝗍𝖺́𝗇 𝖽𝖾𝗅 𝖾𝗊𝗎𝗂𝗉𝗈 𝖽𝖾 𝗋𝗎𝗀𝖻𝗒, 𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈 𝖾𝗌𝗍𝖺𝗋𝖺́ 𝖽𝗂𝗌𝗉𝗎𝖾𝗌𝗍𝗈 𝖺 𝖽𝖾𝗃𝖺𝗋𝗅𝖺 𝖾𝗇 𝗉𝖺𝗓 𝗁𝖺𝗌𝗍𝖺 𝗏𝗈𝗅𝗏𝖾𝗋 𝖺 𝗏𝖾𝗋𝗅𝖺 𝖻𝗋𝗂𝗅𝗅𝖺𝗋 𝒒𝒖𝒊𝒛𝒂́𝒔, 𝒕𝒂𝒍 𝒗𝒆𝒛 𝒒𝒖𝒊𝒛𝒂́𝒔, 𝒆𝒔𝒆 𝒂𝒏̃𝒐 𝒔𝒆𝒓𝒊́𝒂 𝒆𝒍 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒐 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒓𝒊́𝒂 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝜗ৎ𝜗ৎ𝜗ৎ ₍ 𝗌𝗍𝗈𝗋𝗒 𝖻𝗒: @𝗆𝖺𝖽𝖽𝗌𝖼𝗅𝗂𝗇𝖾 ₎ ₍ 𝗃𝗈𝗁𝗇𝗇𝗒 𝗄𝖺𝗏𝖺𝗇𝖺𝗀𝗁 𝙭 𝗈𝖼𝖿𝖾𝗆𝖺𝗅𝖾 ₎

"The addiction didn't love her, I did." A.J. Lynch has it all-talent, confidence, and a name that carries weight at Tommen College. Christina Holland? She's the girl he's meant to hate. Christina's reputation comes before her-and A.J. knows exactly who her father is. He should hate her. But the more he sees her, the harder that gets.

Donde Evelyn Biggs está cansada de negar por activa y por pasiva que no está enamorada de Gerard -me caigo siempre porque voy a toda hostia- Gibson. Ni un poco. Ni una miguita de pan...bueno, quizás la hogaza entera, pero el no debe saberlo.