Mateo47h3
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Prólogo
Nunca pensé que terminaría sintiendo algo por él.
Nunca imaginé que esa estúpida sonrisa, ese cabello desordenado, esa manera tan ridícula de aceptar la derrota... me harían temblar el pecho como si estuviera perdiendo una final.
Yo, Multi.
La blader que no se detiene.
La que no cree en excusas ni en empatía dentro del estadio.
La que aplasta rivales sin remordimientos.
La que no mira atrás.
Esa soy yo... o eso pensaba.
Hasta que apareció Robin.
El chico que siempre perdía.
El que no dejaba de intentarlo.
El que me sacaba de quicio con su calma.
El que, aun sabiendo que no podía vencerme, se paraba frente a mí con una sonrisa idiota y decía:
-¿Vamos otra vez?
Y yo decía que lo odiaba. Que no valía la pena. Que no servía.
Pero seguía enfrentándolo.
Una vez.
Otra.
Y otra más.
Porque había algo en él que me obligaba a seguir.
Una chispa. Una necedad.
O tal vez, algo peor...
Una esperanza que ni yo podía aplastar.
Y cuando me di cuenta...
Ya era tarde.
Ya lo había mirado diferente.
Ya me había dolido verlo caer.
Ya había empezado a querer que ganara.
Aunque fuera solo una vez.
Aunque fuera... solo por mí.
Y no sé en qué momento pasó, ni cómo, ni por qué.
Solo sé que de todos los rivales que enfrenté en mi vida...
Robin fue el único que me venció.
No con su Bey.
Sino con su forma de mirarme.
Con su forma de no rendirse.
Con su forma de quedarse... justo cuando yo más quería que se fuera.
Esta es nuestra historia.
La del tipo que nunca supo ganar.
Y la mía...
La de la perdedora más cobarde de todas.
Porque fui yo quien cayó primero.
Porque fui yo quien, sin quererlo...
se enamoró del perdedor.