¿Qué podría salir mal cuando una Navidad falsa empieza a sentirse demasiado real?

Violeta y Chiara viven cada una en una punta del país, pero hace unos años, esa distancia era mínima antes de que una discusión en el instituto fuera el detonante para que ambas acabasen odiándose. Años después, ambas siguen con sus vidas, más cambiadas, más maduras. Sin embargo, sus caminos se volverán a encontrar de la manera más inesperada posible gracias a lo único que siguen manteniendo en común, la música.

Violeta siempre ha soñado con ir Londres, pero nunca imaginó que un viaje de cumpleaños cambiaría su vida para siempre. Tras una pelea con su hermana en plena noche, acaba perdida en el metro, donde conoce a una misteriosa fotógrafa con una sonrisa imposible de olvidar. Meses después, Violeta consigue regresar para realizar un máster, sin saber que sus caminos volverán a cruzarse en el lugar y el momento más inesperados.

Chiara tendrá un objetivo; ayudar a su inexperta amiga a conquistar a la mujer que quiere. ¿Y Violeta? Aprovechar esas enseñanzas para enamorarla a ella, o condenarse a vivir siendo su amiga... para siempre.

O de cómo dos pseudónimos y un puñado de papeles pueden cambiar dos vidas.

Chiara, o Kiki para quienes la conocen de cerca, es una chica de 27 años que siempre ha estado sola. Nunca le ha faltado amor: sus padres y hermanos han estado a su lado incluso en esos momentos en los que se venia abajo por tonterias que la hacian sentir mas pequeña de lo que era Profesora de ingles en el instituto Zurbaran, cada dia sobrevive a la jungla de adolescentes llenos de hormonas que ponen a prueba su paciencia. Pero nada la reta tanto como su mayor tesoro: Eric Oliver, su pequeño de 4 años, el niño que decidió tener sola y que hoy lo es absolutamente todo para ella. Aunque la saque de quicio, grite, se rebele o tenga rabietas que parecen no acabar nunca, Kiki no podria imaginarse la vida sin su pequeño Un dia cualquiera, con la prisa de llegar a tiempo a recoger a Eric, Kiki choca contra otro coche. Lo que parecia un accidente mas, termina convirtiendose en un instante que lo cambia todo. Frente a ella esta Violeta , una enfermera de 28 años, pelirroja, con unos ojos de lince capaces de robar el aliento y atravesar cualquier coraza Basta una mirada para que el mundo se detenga. Basta un segundo para que ambas sientan esa conexión imposible de ignorar. Pero el reloj sigue corriendo, las palabras se confunden entre disculpas y reproches, y Kiki tiene que marcharse apresurada... dejando atras a una Violeta que se queda inmovil, con el coche destrozado y el corazón temblando por esa chica de ojos verdes a la que necesita volver a ver Porque a veces, un instante basta para cambiarlo todo

Cuando Violeta descubre que su ex mejor amiga Chiara ha vuelto a Madrid y se ha involucrado en un oscuro club de boxeo clandestino, no puede evitar buscarla. Necesita respuestas sobre su repentina desaparición en el pasado, pero lo que descubre podría desestabilizar aún más su mundo. A medida que se desvelan secretos del pasado y emergen sentimientos inesperados, ambas se enfrentarán a la montaña rusa emocional que marcó su relación. En un viaje de confrontación y redescubrimiento, deberán decidir si pueden dejar atrás el dolor para encontrar un nuevo camino hacia la reconciliación.

Chiara tiene 18 años y toda su vida está resumida en un pequeño rincón del mapa: Vilabreda, un pueblo catalán de apenas trescientos habitantes donde todos se conocen y los días pasan más bien despacio. Al menos, así ha sido hasta ahora. En las calles de su pueblo, Chiara ha aprendido a amar la fotografía y a soñar con un poquito más, así que cuando le surge la oportunidad de ir a la capital para que su sueño siga creciendo, aunque sí se lo piensa dos veces, no la deja escapar. Violeta tiene 20 años y las ideas muy claras. Granada le dio una infancia cálida y una familia a la que ama con locura, pero no demasiadas oportunidades en lo que a su pasión se refiere; la moda. Ella no dudó en mudarse a Madrid en cuanto pudo, y la capital, con sus calles llenas de estilo, se convirtió en su casa. Ahora desfila, posa, trabaja cuando puede y se permite, también, noches largas con sus amigos de las que ha aprendido a disfrutar.

Chiara entra porque no le han dejado otra opción, convencida de que si se esfuerza lo suficiente quizá consiga ser alguien digna de aceptación. Violeta cruza las mismas puertas con el único propósito de ponerlo todo patas arriba, de demostrar que nada de lo que sienten puede corregirse. En ese choque, Chiara descubre fisuras en la obediencia que siempre le han exigido, y Violeta se enfrenta a un deseo más fuerte que la simple rebeldía. Entre pasillos destinados a borrar identidades, lo que se abre paso es la duda de si el verdadero peligro no es lo que intentan imponerles, sino lo que empieza a crecer entre ellas.

Violeta Hódar es rica, guapa, con poder y acostumbrada a mandar... aunque también acatar lo que su padre le dice y lo último que necesita es una niñera con complejo de Rambo pegada a su culo las 24h. Chiara Oliver exmilitar que ahora trabaja como escolta privada con más cicatrices que paciencia. Se le da fatal hablar de lo que siente pero se le da muy bien mirar en silencio. Pero una amenaza obliga a unirlas. Y mientras saltan chispas, silencios cargados y roces inevitables... hay una tensión que crece. Y no es por el peligro. ¿Qué pasa cuando la que siempre manda empieza a desear a la única persona que no piensa obedecerla? ⚠️ + 18 (incluye contenido fuerte y explícito)