Haruto Tanaka, un estudiante de preparatoria con un sueño de baloncesto más grande que su talento, vive frustrado por sus constantes errores en la cancha. Su refugio, el gimnasio de la Preparatoria Seiyo, se convierte en el escenario de sus torpezas, siempre bajo la atenta y a veces irónica mirada de Kaito Sasaki, el capitán del equipo, quien parece ser todo lo que Haruto no es. A pesar de la evidente torpeza de Haruto y los comentarios de Kaito, una extraña dinámica se desarrolla entre ellos. Desde "accidentes" con derrames de agua hasta la "desaparición" de toallas, cada encuentro parece acercarlos más, generando en Haruto una mezcla de pánico y una creciente e incomprensible emoción. La tensión se eleva en los vestuarios, donde la cercanía física y la amabilidad inesperada de Kaito desatan en Haruto una confusión de sentimientos. Con la final del torneo regional en juego y un marcador apretado, Haruto es lanzado a la cancha en un momento crítico. Un pase decisivo de Kaito le brinda la oportunidad de cambiar el rumbo del partido, y con la victoria, llega un abrazo del capitán que lo deja en un estado de euforia y desconcierto. La victoria en la cancha es innegable, pero Haruto se da cuenta de que la verdadera contienda, la que se libra en su corazón, apenas comienza.

En un cosmos donde la luz y la oscuridad se entrelazan en una danza eterna, dos reinos se encuentran en una frágil frontera: el Cielo, un vasto océano de pureza y serenidad, y el Infierno, un abismo de pasión y destrucción. En este limbo, donde los ecos de las almas perdidas resuenan junto a los susurros de la esperanza, surge una historia que desafía las convenciones, que retumba con el eco del amor verdadero