Igiliath
Hay amores como el verano, que llegan a madurar, a crecer, a vivir.
Otros como la primavera, suaves y sutiles, que florecen solo una temporada.
Pero existen amores que son eternos en un instante y fugaces en una eternidad.
Hasta donde el alma permanece es la historia de uno de esos amores: breve, profundo y verdadero.
De cómo dos almas se encontraron cuando no podían quedarse, y de cómo aprender a recordar sin dejar de vivir.