Single-Stark15
Quise sembrar en tu mirada
un jardín de eternos inviernos,
quise tocar tu alma callada
y hallé solo el eco de mis sueños.
Fuiste promesa nunca cumplida,
fuiste canción que el viento llevó,
una herida que dolía escondida,
un suspiro que el tiempo borró.
Mas cuando el corazón languidecía,
brotó una luz suave en la sombra,
unos brazos tejieron poesía,
una voz pronunció mi nombre.
No curó por olvido, ni por venganza,
sino con la calma de quien sabe esperar,
sanó cada grieta con esperanza,
y me enseñó, al fin, a volver a amar.
Hoy agradezco lo que no tuvimos,
pues gracias a ello llegó quien debía,
y entre ruinas de lo que fuimos,
floreció un nuevo día.