Erik Hastings era el chico perfecto en todos los sentidos. Siempre que le preguntabas a alguien sobre él te decía lo mismo. Erik es amable, disciplinado, deportivo, amistoso, listo, atento, atractivo y tiene montones de amigos y a todas las chicas de su instituto enamoradas. Y es que nada podía ir mal en la perfecta vida del perfecto Erik, excepto por una cosa... Un día, al final de clases, Erik encuentra una carta sobre la mesa de su escritorio. Lo único que la distinguía de una carta normal era el sello en forma de corazón rojo y la letra que estaba escrita a ordenador. Lo que parecía ser al principio una carta de amor en la que alguien le confesaba su amor anónimamente había resultado ser todo lo contrario...

Kevin y Brian crecieron en extremos opuestos de un mundo roto, entrenados para despreciarse desde la infancia. Uno pertenece a una facción. El otro, a su enemiga. Pero entre ruinas, canicas y secretos compartidos, nació una amistad que desafía toda lógica... y toda lealtad. Ahora, con solo 18 años, huyen. No de la ley. Ni de sus enemigos. Huyen de sus propios hermanos, de sus antiguos amigos, de las organizaciones que los formaron y ahora los quieren muertos. Traidores. Espías. Eso es lo que todos dicen que son. En un barrio donde la violencia es ley y el amor está prohibido, ¿pueden dos chicos salvarse sin traicionarse a sí mismos? Entre el miedo y el latido, hay una historia que nadie tuvo el valor de vivir.