Parkminju1301
En un castillo donde las noches no conocen el amanecer, Jungkook es arrastrado a un banquete que no se detiene jamás. Frente a él, Jimin se convierte en anfitrión y verdugo, ofreciéndole vino, frutas y caricias hasta confundir lo terrenal con lo prohibido. Lo que comienza como un festín se transforma en condena: cada bocado despierta un hambre más intensa, cada beso lo hunde más en la devoción por su alfa.
Pronto, Jungkook descubre que la gula no se sacia, solo se celebra. Entre espejos, altares de manjares corruptos y noches que parecen eternas, aprende que su verdadero deseo no es la comida, sino Jimin mismo. Y que, una vez probado ese sabor, nunca habrá regreso.