Eres el Sujeto 42. Te despiertas. Frente a ti, un contrato. Lo firmas. No sabes por qué. Sin instrucciones, sin contexto, sin memoria, entras en una secuencia de pruebas numeradas. Una tras otra. Mueres. Y mueres. Y reapareces. Pronto aprendes la regla más importante: "Morir desactiva las trampas. Morir está bien. Morir es obedecer." El sistema te premia por tu sumisión. La puerta del final siempre se abre. Pero esta vez... hay otra. Una puerta azul. Cerrada. ¿Qué ocurre cuando decides mirar hacia ella? ¿Quién es J? ¿Quién es MARA? ¿Y quién eres tú, Sujeto 42? SAFE ZONE no es solo un experimento. Es una rutina. Es una trampa. Es una historia contada por tres voces. Y ninguna de ellas quiere que recuerdes lo que ya viviste.