En un universo distinto al nuestro, en el planeta marino Salinen, existía lo que allí se conoce como El santuario teluren. Abundaban leyendas sobre este, pero solo una entre tantas era cierta: hay un ser venerado cual dios y capaz de crear vida. Un ser sin nombre era la prueba viviente de tal rumor, al que como a tantos otros se le asignó una única misión. Tenía que vislumbrar las vidas de disímiles seres, recopilarlas y bajo ninguna circunstancia involucrarse con ellos. Cuando una enfermedad mortal amenaza con robarle lo único para lo que nació, comienza a cuestionar tales reglas. Hermosa portada hecha por @Lady_espinoza, de la editorial apoyotutalento.

Una diosa confinada nos cuenta la historia de una familia con la cual tiene intereses encontrados: Cuando la joven Innel Boros es elegida para servir durante el resto de su vida en el convento del Dulce Silencio, sus padres lo celebran como una bendición. A su hermano Nyvanna, en cambio, hay aspectos de la religión de su familia que le resultan crueles y descorazonadores. ¿Por qué una Diosa que todo lo tiene necesitaba arrebatarle a su hermana? Días después, un brote inexplicable desata el caos en la ciudad donde viven los Boros. Sus vecinos se transforman en criaturas voraces y las calles se sumergen en una espiral de violencia. Mientras Nyvanna lucha por mantenerse con vida junto a los suyos, Innel descubre que el convento oculta rituales crueles, secretos inconfesables y guardianes que acechan desde el sótano.