En las ruinas de un templo, Vergil y Dante se enfrentan a una tensión peligrosa que va más allá del combate físico. Con cada palabra, cada mirada, la línea entre el odio y el deseo se difumina. Lo que comienza como una confrontación violenta se convierte en una entrega desesperada y prohibida, donde los hermanos se enfrentan no solo a su rivalidad, sino a los oscuros deseos que siempre han permanecido ocultos. Bajo la lluvia y rodeados de escombros, sus cuerpos se entrelazan en un acto crudo y salvaje, marcado por la rabia, el placer y una promesa rota. El amor prohibido entre ellos se convierte en un pecado irreversible, que desafía todas las normas.