Haciéndose pasar por su hermano mellizo Damián, Daniela Avanzini entra al internado D.A. solo para cubrirlo y, de paso, demostrar que una chica también puede ganarles a los chicos en la cancha. Todo iba según lo planeado hasta que su compañero de cuarto, Jonah, empezó a enamorarse de Daniela, sin saber que es la misma persona que comparte su habitación. Mientras tanto, Sophia, la chica más guapa del internado, cae por "Damián", y Daniela termina atrapada en un triángulo amoroso del que nunca quiso ser parte.

Se supone que su primer beso con una mujer sería perfecto. Sophia lo imaginaba suave, muy diferente a la sensación de juntar bocas con un chico. Pero Daniela se lo roba en un estúpido juego.

Cuando yo era joven, mi mamá me dijo que todos nacemos superestrellas. Ella me rizaba el pelo y me ponía el pintalabios en el espejo de su habitación. No hay nada de malo en amar quién eres. Ella decía: "Porque Dios te hizo perfecta, corazón. Así que levanta tu cabeza, niña, y llegarás lejos." Escúchame cuando te digo que soy hermosa a mi manera, porque Dios no comete errores. Estoy en el camino correcto, cariño. Yo nací así.