Una joven llamada Elena empieza a notar algo inquietante: en cada espejo que ve, aparece un hombre desconocido parado detrás de ella... pero cuando gira, no hay nadie. Al principio piensa que está perdiendo la cordura, hasta que una noche, el hombre le sonríe desde el reflejo y levanta un papel que dice su nombre. Elena comienza a investigar y descubre que ese mismo hombre aparece en fotografías antiguas, grabaciones de seguridad y hasta en pinturas de hace más de cien años. Nadie sabe quién es, pero siempre está allí, observando desde los reflejos, como si hubiera estado siguiéndola desde antes de nacer. Pronto, mensajes empiezan a aparecer escritos en el vidrio empañado de los espejos de su casa: "Falta poco para que nos conozcamos." El enigma se profundiza cuando encuentra un retrato en el ático de su abuela... y en la imagen, el hombre está abrazando a una niña idéntica a ella.