Maximilian Blackthorne era conocido como la bestia en el mundo de los negocios. Nunca permitía que nadie se aprovechará de él, mucho menos un contador cualquiera. No le importaba que fuera por momentos de vida o muerte. Joseph Mathews iba a pagar por lo que había hecho. Desde que vio la fotografía supo de inmediato cual seria el pago ante su falta. Mildred Mathews, con ella se cobraría la deuda que tenia con él. No conocía la piedad ni el amor, nadie la tuvo hacia él. Lo único que le importaba era su satisfacción y ella complacería perfectamente su necesidad de tener una esposa y madre de sus hijos. Milly era una joven inocente. ¿Sería ella la adecuada para enseñar a una bestia lo que era el amor? ¿El destino hizo su última jugada al poner a una joven así en su camino? Él también tenia una deuda con la vida y ella tenía la intención de cobrarle.

Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.

Cuando la contrataron como la niñera de sus hijos Weston e Ibor jamás habrían podido prevenir el efecto que Sofía García tendría en sus vidas. La manera en la que encajaría a la perfección en su familia, con sus hijos y con ellos. Cuando la despidieron meses después de empezar a vivir su intenso y descontrolado romance por un incidente que nadie vio venir, mucho menos podrían haberse hecho tan siquiera una idea de lo que sería renunciar a ella, perderla. Sofía era su chica perfecta. La nena de Weston. La alma gemela de Ibor. Ella fue suya, pero ambos lo arruinaron y ahora deberán arrastrarse para reparar y ganar otra vez su corazón. ¿El problema? Sofía ya no los quiere, pero aún así ellos siguen perteneciéndole y están dispuestos a hacer lo que sea para que vuelva a la Mansión Wertheirmer, su hogar.