En las tierras fragmentadas de Endarion, donde antiguamente solo existía un trono, los reinos ahora yacen enfrentados, divididos por traiciones, antiguos pactos rotos y una magia que ya nadie cree comprender. Las antiguas ordenes de caballeros han caído en el olvido, los druidas son perseguidos como herejes, y los reyes están cegados por el oro, la sangre y el poder. Pero en el sur, donde el viento arrastra las canciones antiguas entre las nieblas de las montañas, se alza una profecía olvidada: el hijo de la magia, descendiente del último rey legítimo y portador de un poder que muchos creían extinto. Eryan, un caballero del reino de Velmor, es salvado de la pira por una extraña mujer que habla con los cuervos y camina sobre el fuego sin arder. Ella asegura que la sangre del viejo linaje corre por sus venas, y que el destino del reino descansa sobre su espada... si es que logra forjarla, claro. Un pacto de sangre entre dos herederos inseparables, hasta que tengan que tomar decisiones, poniendo sus destinos del revés. Mientras los reinos se preparan para la guerra, criaturas de las sombras emergen de los bosques prohibidos y las antiguas torres empiezan a latir con una renovada magia primitiva. Viejos caballeros exiliados, brujas errantes y reyes despechados cruzarán sus caminos en una lucha donde no hay ni buenos ni malos, solo supervivientes y leyendas. Porque el trono no pertenece al más fuerte, sino al que recuerde el verdadero nombre de la magia, y aquellos que recuerdan las profecías olvidadas.