El universo es inmenso. Frío. Indomable. Y sin embargo, hay encuentros que desafían incluso las leyes más exactas de la física. Lyra Stone, astrofísica obsesionada con encontrar patrones en el caos del cosmos, ha aprendido a vivir sola en su órbita: entre satélites, telescopios y ecuaciones que nunca mienten. Su corazón, cuidadoso y calculador, guarda cicatrices que ni la belleza de las estrellas logra borrar. Orion Henderson, ingeniero aeroespacial y heredero de una de las compañías más poderosas del sector, conoce la presión de los motores, los vectores y la precisión matemática... pero también arrastra un pasado oscuro que amenaza con eclipsar su futuro. Cree en el control, en la exactitud, y no en el azar del amor o la vulnerabilidad. Cuando sus caminos se cruzan entre contenedores, satélites y la luz tenue de un hangar, surge un conflicto silencioso: dos mundos opuestos, dos universos que deberían permanecer separados... y, sin embargo, algo invisible comienza a unirlos. Entre noches de trabajo, cielos estrellados y la implacable exigencia del espacio, Orion y Lyra descubrirán que incluso en la vastedad del cosmos, el destino puede trazar líneas imposibles de ignorar. Porque hay encuentros que cambian órbitas, que alteran trayectorias... y que hacen que incluso el corazón se convierta en parte de la ecuación.

Aura siempre ha sabido que el verano trae consigo tormentas inesperadas, pero nunca pensó que Evan sería la suya. Él apareció como un rayo en mitad de la calma, con su mirada desafiante y su risa descarada, arrastrándola a un torbellino de emociones que amenazan con consumirla. Lo suyo nunca fue sencillo. Son dos almas demasiado intensas, demasiado diferentes, pero incapaces de soltarse. Entre días de sol y noches de tormenta, entre besos robados y silencios que duelen más que las palabras, descubren que algunas historias están destinadas a arder rápido y, en su defecto, a dejar cicatrices imborrables. Porque hay amores que llegan como el verano: fugaces, ardientes e imposibles de olvidar. Y cuando la última tormenta pase, Aura deberá decidir si dejar que el agua se lleve todo... o luchar contra el destino. Porque, ¿quién no ha experimentado alguna vez un fenómeno tan extraño como una Tormenta de Verano?