Canovelo
Buitres en el cielo, huyendo despavoridos. Plantas marchitándose. Animales descomponiéndose. Todo cede ante los pasos de la calamidad. Nadie puede detenerla, nadie quiere intentarlo. Algunos bailan y ríen, otros huyen sin mirar atrás.
Solo aquellos que no tienen nada que perder, son capaces de alzarse contra la vida misma. Un holgazán y una cobarde, junto a otro puñado de pintorescos desgraciados, harán un intento por detener lo que a primera vista es solo una fuerza más de la naturaleza.