El planeta Tierra había sido invadido y destrozado por criaturas extraterrestres, aburridas del ciclo de creación y destrucción de toda forma de vida. Lo único que los detiene es la voz angelical de un humano, un sonido melodioso que su especie era incapaz de imitar. Un canto etéreo tan hermoso que escucharlo y tenerlo por siempre con ellos se habría vuelto una necesidad. Un único humano capaz de emitir tales sonidos. Pronto, se averiguaría que habían más sonidos como aquel. Incluso mejores. La violencia se habría vuelto, entonces, la única manera de reclamar como propia a una de esas criaturas. Se reorganiza la jerarquía extraterrestre en base a la calidad de la voz de su mascota. Todo cambiaría cuando los extraterrestres se mostraron dispuestos a invadir aquella misteriosa isla hallada en pleno océano. La mascota que llevaba consigo el alien no habría pasado desapercibida para ese hombre enmascarado. Inteligentemente; no tardó en comprender la naturaleza que había mostrado la criatura una vez en su planeta de origen. Al parecer, el melodioso y suave sonido que emitía el humano era lo único que les parecía rescatable de un lugar tan aburrido. Incluso si su propia voz pudo haberle asegurado la vida, era consciente de que inevitablemente encontrarían a un humano más talentoso. Entonces, lo desecharían. Solo una cosa podría permitirle una vida en la que pudiera seguir teniendo control sobre su propia situación: un trato; una propuesta, quizá. Algo que combinara el negocio, la destrucción y la voz de un humano. Fue entonces cuando el hombre enmascarado tuvo una conversación con el alienígena, sugiriéndole llevar a cabo una competencia mortal entre los humanos bajo su control. Dichoso aquel cuya mascota obtenga la victoria, aumentando su fama propia y el prestigio de su amo. ⚠️¡LOS PERSONAJES DE ESTA HISTORIA Y EL CONCEPTO DE ALIEN STAGE NO ME PERTENECEN!⚠️TEMAS DELICADOS⚠️