Rojitas_we_flip
Okamoto Keiju dejó Tokio atrás con una sola certeza: no quería estar allí.
A sus dieciséis años, el silencio de Corea del Sur pesa tanto como los recuerdos que intenta olvidar. Su único refugio son los acuarios, los pasillos azules, las luces ondulantes y las mantarrayas que se deslizan como si no conocieran el dolor. Bajo el agua, todo parece más fácil de soportar.
Minje, universitario de veinte años, no pidió compartir espacio con un chico problemático, callado y distante. Mucho menos con alguien que invade su rutina, su calma y su mundo cuidadosamente controlado. Desde el primer día, el choque es inevitable: miradas afiladas, palabras duras y una convivencia marcada por el odio.
Forzados a compartir techo, ambos descubren que el rencor es solo una máscara.
Keiju huye de un pasado que lo rompió demasiado pronto.
Minje carga con heridas que jamás aprendió a nombrar.
Entre discusiones, noches en vela y silencios que dicen más que las palabras, nace una conexión peligrosa. No es amistad. No es amor. Es algo intermedio, intenso y confuso, donde el consuelo se mezcla con la necesidad y el miedo a sentir demasiado.
Mientras Donghyeon y Donghwa intentan proteger a Keiju, y Kyehoon y Juwang observan con preocupación el cambio en Minje, Hanni -demasiado cercana, demasiado posesiva- se convierte en una amenaza constante. Incluso Amaru, el hermano mayor que va y viene desde Japón, nota que algo se está rompiendo... o tal vez sanando.
Como las mantarrayas que nadan juntas para sobrevivir, Keiju y Minje aprenderán que amar no siempre empieza con cariño.
A veces comienza con odio.
A veces duele.
Y a veces, contra todo pronóstico, se vuelve inseparable.