-Abuelita, abuelita. ¿Estás ahí?-.Pregunto la joven Caperucita. -Si mi querida niña, adelante-. Respondió la abuela, con una voz extrañamente rara. -Abuelita, tu voz suena rara, ¿estás enferma?-. Pregunto otra vez Caperucita con inquietud. Silencio, eso fue todo lo que hubo durante unos instantes, hasta que el lobo salió disparado de la casa asustando a Caperucita y acercándose lentamente hacia ella. -Eres mas hermosa de cerca mi querida Caperucita-. Le había dicho el lobo con una voz tosca. -¿Que quieres?, ¿Donde esta mi abuela?-. Le pregunto Caperucita. -Te quiero a ti mi dulce amor y tu abuela está descansando-. Le respondió el lobo. Algo sucedió, al rededor de ambos una espesa capa negra los empezó a cubrir y el lobo desapareció en ese instante, Caperucita corrió y corrió para escapar de la cosa negra que la rodeaba, de nada sirvió porque aún seguía ahí, pero entonces sucedió..... Ella despertó en su cama, empapada de sudor y se dio cuenta de que todo había sido un sueño, uno muy extraño.