Me encuentro pasando por un momento de desborde psiquiátrico/emocional, transitando un T.L.P (Trastorno Limite de Personalidad, es un trastorno mental que afecta la forma en que una persona piensa, siente y se relaciona con los demás). La batalla esta es de hace casi quince años, pero es la primera vez que utilizo la energía negativa transformándola estratégicamente en arte y poder escribir lo que pasa por mi mente (arte terapia se le dice hoy). Me siento infinitamente agradecida cada vez que logro concluir con uno de estos escritos (ya sea poema, verso, poesía o narración), me deja totalmente feliz, aunque mas no sea de manera fugaz o pasajera. Este trastorno, llevándome también a la depresión, permitió en varias oportunidades que comparta clínicas e internaciones psiquiátricas con personas no muy diferentes a mí y no muy lejanas a ustedes. Personas con diversas maneras de sobrevivir día tras día. Y me quedo con la satisfacción de poder transmitirles a ustedes la experiencia de mi última internación. Mi intención es dejarlos pensando, que se queden intentando entender un poco lo que cuento, de lo que hablo. Que no le busquen explicaciones coherentes, pero sí que se permitan replantarse varios factores de convivencia, resiliencia y desapegos a los que no estamos tan acostumbrados. Pude compartir con ellos, personas que cuentan con mentes, trastornos o capacidades diferentes, pero visto muy desde el fondo, todos nos encontramos simplemente con la mínima chispa de seguir adelante. Esta historia que tengo para mostrarles, no se trata solamente de mí, se trata también de transportarlos a entender las fantasías que nos mantienen vivos. Yo sigo adelante en el proceso de adaptación a la vida diaria, intentando reintegrarme con mis esfuerzos, de manejar esta condición en un entorno más "normal" y tratar de llevar la evolución de mis pensamientos hacia la esperanza, de recuperación o aceptación. Ellos simplemente se quedaron ahí.