_AIKO_360
¿Quién lo diría?
Pasar de una vida color rosa a una oscuridad desolada puede ocurrir en un solo instante. Ese lugar lleno de recuerdos que antes reconfortaba, ahora asfixia; pesa con culpas, con silencios que duelen... y con promesas que jamás se cumplieron.
Promesas que alguna vez iluminaron el camino, pero que hoy solo son sombras desgastadas. Esas palabras que juramos guardar, esos "siempre" que se desvanecieron sin aviso, esas esperanzas que quedaron suspendidas... cargan más que el propio corazón. Porque al final, lo no cumplido también rompe, también hiere, también cambia a las personas.
¿Y cómo no?
¿Cómo no perderse cuando frente a ti está la persona que fue tu todo, y ahora se siente como alguien desconocido? El amor no es como lo cuentan; incluso quien más sonreía puede quebrarse por dentro sin que nadie lo note.
A veces, hay cosas que nunca debieron ser vistas. Nadie pide una vida complicada... pero aun así, llega. Bastaron unos años para demostrar que incluso quienes creíamos conocer pueden cambiar, y que nosotros también lo hacemos, sin darnos cuenta.
Y entonces, mientras luchamos con los recuerdos que ahogan y con las promesas que jamás volvieron... surge la pregunta que nadie quiere responder:
¿Qué pesa más... el presente, o el pasado?.