Libro #3 de la trilogía Las reglas del deseo. El problema nunca fue el amor, sino el momento. Amanda y Damián están cansados de fingir, ya no pueden soportar el peso de sus propias mentiras. Ahora, tendrán una nueva oportunidad de luchar por su amor o deberán despedirse para siempre. Porque a veces hay amores tan intensos que ni el tiempo puede borrarlos. ¿Será que al fin podrán romper la maldición que les impide estar juntos?

Segundo libro de las reglas del deseo Hay primeros amores que no son los destinados para ser los últimos. Hay corazones que merecen vivir rotos por haber lastimado a otros. Hay personas que están mejor separadas, pero que el destino decide juntarlas nuevamente. Amanda Kane y Damián Prescott son dos almas lastimadas por culpa de su amor, ambos estaban intentando continuar con su vida hasta que el destino decide volver a juntarlos. ¿Podrán darse una oportunidad para volver a amar? o... ¿Este será el final definitivo?

Del odio al amor hay una delgada línea, y a veces entre más intenso es el odio, más inolvidable se vuelve el amor. Amanda Kane siempre ha sido la chica perfecta a los ojos de todos, ha organizado y planeado cada aspecto de su vida, sin embargo, todo se desmorona cuando su padre se vuelve a casar y dos intrusos llegan a su hogar. Damián Prescott, su nuevo hermanastro, es el mayor problema de todos. Arrogante, pretencioso, frío, cruel... El chico parece un ser de luz cuando representa toda la oscuridad. Peleas, discusiones, besos robados, deseo descontrolado. Todo comienza con unas cuantas reglas plasmadas en un contrato, la más importante es no enamorarse... ¿Qué pasará cuando sea la primera en romperse?