"Lo Que Callamos Las Flacas" María Camila tiene 21 años, un novio violento y una vida en pausa. Sobrevive entre mentiras, golpes y silencios... hasta que conoce a Richard, un futbolista que no la salva, pero le recuerda quién era antes del miedo. Entre amigas leales, una niña que le devuelve la fe, y un amor que llega en medio del caos, Camila empieza a preguntarse: ¿y si merezco algo más? Una historia cruda, real y llena de cicatrices. De esas que duelen, pero también despiertan.

Ámbar es una chica de colegio que intenta sobrevivir a un mundo que no siempre es amable con ella: una memoria frágil, burlas constantes, una hermana distante y un nuevo comienzo en un colegio donde nadie parece querer conocerla. Entre días silenciosos y páginas de su cuaderno azul, conoce a Richard, un chico que parece ser su tormento y, sin darse cuenta, empieza a convertirse en su refugio. Lo que comienza con roces y discusiones pronto se transforma en una conexión extraña y profunda, de esas que cambian la vida para siempre.

Lo que comienza como un cuidado obligado se transforma en una relación llena de tensiones, celos, amor y confrontaciones. Richard, con su carácter sensible y migajero, intenta sostener una familia disfuncional mientras enfrenta las presiones de su carrera y la intriga de los poderosos que rodean a las hermanas, especialmente el papá, un influyente socio del Benfica.

Jennifer, una barranquillera de 21 años que vive en Medellín, llega a Brasil como estudiante de intercambio para estudiar en la Universidad Presidencial. Lo que no imaginaba era que, por un error administrativo, terminaría viviendo en la casa de Richard Ríos Montoya: futbolista colombiano del Palmeiras y de la Selección Colombia... y, para colmo, un hombre guapo, descarado y con la capacidad de sacarla de quicio en menos de cinco minutos. Rodeada de la familia de Richard -un combo paisa lleno de opiniones, chismes y ocurrencias-, Jennifer se ve atrapada en un torbellino de situaciones incómodas, malentendidos, atracciones imposibles de disimular y escenas tan cómicas como picantes. Entre entrenamientos, perritos tuertos, señoras del seguro social, discusiones por notas universitarias y "pechiches" estratégicos, la convivencia se vuelve un campo de batalla romántico donde el pique y la ternura conviven a partes iguales.