Una escritora de novelas rosas en crisis y un cinéfilo cascarrabias se ven obligados a convivir en la misma habitación de un hotel con encanto de Málaga debido a una sobrebooking monumental, desatando una guerra de nervios que, poco a poco, se transforma en la historia de amor más inesperada de sus vidas.

En una lluviosa y oscura noche en Nueva York, una mujer misteriosa yace moribunda en un callejón, olvidada por la ciudad. Mientras tanto, en otra parte, un hombre atormentado viaja en un auto, bebiendo y fumando, perdido en sus pensamientos. De manera impulsiva, decide cambiar su rumbo, sin saber que esta elección lo llevará a cruzarse con la mujer. Así comienza un encuentro inesperado que unirá sus destinos y revelará un secreto oculto por la ciudad que nunca duerme. Un secreto letal que, una vez expuesto, no dejará nada en pie

El reino de Eldoria se rige por la Marca de Nacimiento, misteriosos tatuajes que, al aparecer en la piel de cada individuo al nacer, dictan su vocación y el curso de su magia. Estos tatuajes del destino, considerados divinos e inmutablemente perfectos, aseguran el orden social, mientras que quienes nacen sin marca "las Anomalías" son desterrados para preservar la supuesta pureza del reino. Kaelia, una joven destinada a la Gran Biblioteca Real por su Marca del Saber, siempre ha sentido una profunda inconformidad personal con su porvenir preescrito. Su mundo se desmorona cuando, misteriosamente, su propio tatuaje del destino comienza a desvanecerse justo antes de la crucial Prueba de Marca, el rito de los dieciocho años que sella la inmutabilidad de la vida de cada ciudadano. Al ser descubierta como una "sin marca", Kaelia se ve envuelta en diversos desafíos, desvelando una serie de secretos ancestrales sobre las Marcas, el propio reino de Eldoria y su verdadero origen, que amenazan con reescribir todo lo que ella creía saber.

Lilith lo tenía todo en una sola persona: su hija. El día que se la arrebataron, murió también la mujer que alguna vez fue. Desde entonces, solo existe la furia, la sangre y el deseo de venganza. Paso a paso, se va despojando de lo humano hasta convertirse en un reflejo de lo que más odia: un monstruo sin alma. Pero cuando el amor aparece, disfrazado en un hombre marcado por la misma oscuridad, su mundo tambalea. ¿Es posible amar cuando se ha olvidado cómo sentir? Entre el filo de la venganza y la tentación de un mal romance, Lilith descubrirá que no todas las batallas se libran con armas... algunas se luchan contra uno mismo.

Era muy divertido verlos, era como si la presencia del otro le molestara, esa tensión se sentía en el aire y aunque complicado era tener que aguantarlos, pasaba que no podían despegarse. El era soberbio en todo, como si destilara de sus poros ese rasgo arrogante y autoritario, por otro lado ese lado picara y divertida hacia que el se volviera loco, por lo mismo ninguno se soportaba. El calor y el miedo a ser descubiertos, hacia que la tensión sexual creciera más, hasta envolverlos a los dos. Los ojos de él no se desviaron nunca de la mirada brillosa de ella y cuando pensaron que no iban a terminar matándose, todo lo contrario. ¿Sera que le meten a un juego del lobo y caperucita?