"No te vayas, hay muchas pero no hay de tú talla"

"Co-Como tú-ú-ú-ú yo no he visto dos Yo te gusto a ti, ma' y a mí me gustas vos Si te llama otra vez dile que ahora soy dueño de ese Cu-u-u-u-u-u-u-u-ulo" La portada me la hizo mi linda @AndreaMorgan01

En un mundo de lujos, excesos y peligros, Avril 'Beba' Vega se mueve como una reina en el tablero del narcotráfico, rodeada de poder, secretos y lealtades cuestionables. Pero todo cambia con la llegada de Richard Ríos, un futbolista que, sin querer, desata en ella sentimientos que creía enterrados. Entre negocios ilícitos, traiciones y noches que nunca terminan, Beba descubrirá que en este juego nadie sale ileso.

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Una consulta ginecológica ya era incómoda, pero cuando Sam vio al doctor, el problema fue otro: Richard Ríos, estrella de la Selección Colombia y el hombre más irresistible que había visto en su vida. Lo que nunca imaginó fue que, días después, su hermana presentaría a su novio en casa... y que sería él. Entre el deseo, la vergüenza y un secreto imposible de ignorar, Sam está a punto de jugar con fuego.

DIOS EN CELO Cuando los dioses juegan con fuego... el amor no es lo único que arde. Dixi Zephiryx, hija del caos, DJ, empresaria de la rumba y heredera del linaje más explosivo del fuego, acaba de ser obligada a casarse con Richard Ríos: futbolista, dios del agua y el hijo mimado de una familia paisa poderosa. ¿El motivo? Un pacto divino entre casas ancestrales para evitar una guerra entre elementos. ¿El problema? Se odian. ¿La solución? Sobrevivir sin matarse... o sin enamorarse.

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Bobo hijueputa

En un mundo donde el fútbol y el narcotráfico se cruzan peligrosamente.

"Lo Que Callamos Las Flacas" María Camila tiene 21 años, un novio violento y una vida en pausa. Sobrevive entre mentiras, golpes y silencios... hasta que conoce a Richard, un futbolista que no la salva, pero le recuerda quién era antes del miedo. Entre amigas leales, una niña que le devuelve la fe, y un amor que llega en medio del caos, Camila empieza a preguntarse: ¿y si merezco algo más? Una historia cruda, real y llena de cicatrices. De esas que duelen, pero también despiertan.